Student Residence Rodo6 / Garcia & Melero Arquitectos
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Texto descriptivo proporcionado por los arquitectos. El edificio está ubicado en el barrio del Arenal, un laberinto de calles largas y estrechas en las afueras de la ciudad histórica y a medio camino entre la Catedral y el río Guadalquivir. El solar se encuentra próximo a las Atarazanas medievales y la Plaza de Toros de la Maestranza, en un espacio que antiguamente formaba parte de una antigua fundición y almacén de hierro para ferretería de estética regional. Frente a la calle Rodó y un pequeño callejón trasero aún más estrecho, el sitio está bordeado lateralmente por medianeras de edificios contiguos.
En el exterior, el edificio dialoga con la arquitectura tradicional que lo rodea, fusionando la nueva arquitectura contemporánea con la memoria histórica del lugar. Lo hace sin recurrir al mimetismo ni a las tendencias disruptivas actuales, sino que el proyecto dialoga con el entorno, interactuando respetuosamente con el carácter histórico del barrio, reinterpretando sus tradicionales fachadas con vanos alargados y pequeños balcones a través de un lenguaje contemporáneo y dinámico.
Teniendo en cuenta la estrechez de las calles, la fachada está concebida para ser apreciada no sólo de cabeza sino también desde los lados. La visión lateral y sesgada del proyecto se vuelve imprescindible, incorporando un nuevo diseño y calidad apoyado en materiales tradicionales y sostenibles como el mortero de cal, la cerámica vidriada y los herrajes pintados para balcones y rejas. El blanco predominante de la fachada incorpora el toque de color que aportan los azulejos vidriados empotrados que enmarcan los vanos. Este sencillo gesto definitorio, que retranquea los vanos de las plantas superiores, amplía su presencia y los hace destacar sobre el fondo.
Una vez dentro del edificio, el espacio se organiza en torno a un patio central, elemento protagónico del edificio. Cubierto por un ligero lucernario de vidrio transparente, el patio transita verticalmente por todos los pisos, inundando de luz el corazón del edificio. La luz natural se convierte así en el principal motor en la construcción de un espacio interior fluido y continuo, íntimo e introvertido. Este patio, bañado de luz y acariciado por el murmullo de la fuente, es un lugar tranquilo y apacible que se convierte en el lugar de encuentro para el disfrute de los alumnos.
Este patio no es solo un lugar para pasar el tiempo en la planta baja, sino que también incorpora dos grandes pasarelas que unen el espacio, mientras que las galerías perimetrales están diseñadas con un ancho generoso. Surgen así nuevos espacios que ofrecen una amplia gama de usos, que pueden convertirse tanto en lugares de encuentro y ocio como en vías de tránsito.
La geometría rectangular de la planta baja presenta dos corredores de habitaciones abiertos a la calle. Un lado contiguo a los muros contiguos recoge elementos de circulación vertical y otro se dedica a locales de uso común como la sala de estudio, el gimnasio o la lavandería.
El edificio presenta una estructura metálica vista donde pilares y losas aligeradas de chapa plegada definen y organizan los diferentes espacios. Todos los elementos estructurales están pintados en blanco a excepción de las chapas plegadas de acero galvanizado de las losas, que conservan su color natural y dan un aspecto luminoso y reluciente a los techos.
La organización de la residencia sigue la tipología tradicional de la casa sevillana: estancias vestíbulo-patio. De esta manera, la vivienda, espacio filtrante con un doble sistema de cerramiento (portón enrejado y puerta de vidrio), se convierte en un eficiente solvente regulador de temperatura actuando junto con las ventanas del lucernario de vidrio.
El edificio consigue la máxima eficiencia energética sin recurrir a sistemas activos de climatización demasiado sofisticados ni a maquinaria demasiado cara. En cambio, utiliza procedimientos pasivos bien fundamentados en la tradición y la memoria, a veces refinados y actualizados. Estos procedimientos son, entre otros: la idoneidad de forma, la ventilación natural, el adecuado control solar, la iluminación natural, la adecuada relación de superficies cerradas/acristaladas, el uso de sistemas de aerotermia, la recogida de agua de lluvia para riego de plantas y un sistema de control de temperatura centralizado.
Agustina Coulleri